lunes, 26 de noviembre de 2012

Curiosidades Gastronómicas--------------VANNINA



El emperador romano Vitelio (14-69 d.C.) introducía una pluma de ave, generalmente pavo real, en la garganta para así provocar las náuseas y el vómito. El Vomitorium, era el lugar donde los romanos pudientes, después de los banquetes, vomitaban la comida para poder seguir comiendo.

Según los biógrafos del Emperador Maximino, éste llegaba a ingerir

16 kilos de carne y 32 litros de vino en una sola comida. En un desayuno, el Emperador Albino ingirió la desorbitada cantidad de 500 higos, 100 melocotones, 10 melones, 48 ostras y 2 kilos de uva.

El mayor banquete de la historia fue el ofrecido por Julio César para celebrar sus victorias en Oriente. Invitó durante varios días a 260.000 personas y comieron en 22.000 mesas.

El Emperador Romano Nerón enfriaba sus zumos de fruta y sus vinos con hielo o nieve traídos de las montañas por sus esclavos, por lo que puede considerarse el inventor del sorbete.

El rodaballo, una especie de pez plano que habita en los fondos marinos, era mucho más caro que la vaca.

La salsa garum se utilizaba masivamente, añadiéndose a cualquier plato, e incluso al agua o al vino. Las vísceras de pescado (atún, caballa y esturión) se ponían en maceración con salmuera y se dejaban secar al sol durante dos o tres meses. El más caro era el realizado en Cartagena y se cotizaba a 180 piezas de plata el litro de salsa.

En el Imperio Romano existían una gran cantidad de platos exóticos o raros, como los sesos de alondra con miel, lenguas de flamenco o ruiseñor, talones de camello, cresta de aves, pezones de cerda....

Pan, Circo y …

En el circo romano, los espectadores trataban de conseguir sangre del gladiador victorioso ya que creían que ésta les daba salud y suerte. Y con el sudor las mujeres hacían cremas para el cuerpo. Las mujeres, y en especial las matronas, pagaban sumas desorbitadas por pasar la noche con un gladiador o atleta musculoso, e incluso algunas ponían como condición que no se lavaran después de la lucha o la competición.

El calendario romano tenía unos 200 días festivos, había uno o dos días festivos por cada día trabajado.

Los emperadores romanos regalaban trigo y entradas para los juegos circenses (carreras de carretas y otros) como forma de mantener al pueblo distraído de la política. De ahí surgió en el siglo I la locución “Panem et circenses” (Pan y circo).

Uno de los espectáculos que más gustaba en Roma consistía en atar a un hombre a una estaca y ver como una fiera hambrienta lo despedazaba. Si moría muy rápido o los desgarros no eran muy espectaculares, el público se enfadaba y pedía mas sangre.

Los gladiadores romanos eran asediados por sus atributos...
Derecho Romano

La palabra candidato proviene de la palabra latina candidus (blanco), y hace referencia a la ropa blanca que vestía el aspirante para demostrar la pureza de sus intenciones políticas.

La ley Pompeya condenaba a los parricidas a morir dentro de un saco que era arrojado al mar, y que contenía un perro, un gato, una víbora y un mono.

Una ley antigua prohibía que las condenadas a muertes fueran estranguladas si eran vírgenes. Según nos cuenta Suetonio, los verdugos primero las violaban y luego las ejecutaban. Así cumplían la ley.

La palabra ladrón proviene de ladro, que significaba soldado. Debido a los continuos saqueos y robos que realizaban las tropas romanas.

Los romanos juraban decir la verdad apretándose los testículos con la mano derecha. De esta costumbre romana procede la palabra testificar.

En la provincia de Sicilia, en la época del gobernador Verres, las familias de los condenados a muerte sobornaban a los verdugos para que éstos decapitaran al reo de un solo golpe y no le diesen pequeños golpes para que éste sufriera y se desangrara poco a poco.

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