martes, 7 de mayo de 2013

Sanidad militar en el ejercito romano




 Actuacion de un medico en combate,Columna Trajana.
 
La muerte llegaba lentamente para los heridos de los campos de batalla de la antigüedad. Las armas antiguas raramente mataban con un único golpe. Los heridos por espadas o hachas sufrían una terrible y lenta agonía ,a veces de horas, hasta que la perdida de sangre llevaba al shock, mas tarde a convulsiones y finalmente, la inconsciencia que llevaba  a la muerte.

Y así siguió la situación de los heridos en el campo de batalla hasta hace apenas siglo y medio. Con una excepción. En el ejército romano, los heridos tenían una sorprendente posibilidad de sobrevivir.

El emperador Augusto estableció el primer cuerpo profesional de médicos militares .Hasta entonces, la suerte de los soldados heridos dependía de lo que cada uno de sus generales decidiera hacer por ellos.Algunos,como Julio Cesar, tenían médicos que acompañaban a las tropas en sus campañas. Otros no llevaban ningún médico, dejando a los heridos al cuidado de sus camaradas.

Augusto pensaba que, para mantener alta la moral de sus tropas, era conveniente que los soldados supieran que si eran heridos, un competente grupo de médicos les aplicaría los cuidados necesarios para tratar de salvar sus vidas.

Para atraer médicos a su ejército, Augusto paso  a conferir el staus de équite y los derechos de ciudadanía completa a todo aquel medico que quisiera enrolarse.Recibian los mismos beneficos monetarios y las mismas cantidades de tierra cuando llegaba su retiro del ejército, y estaban exentos de algunos impuestos. 

Se preferían médicos que estuvieran de acuerdo con el punto de vista griego de la práctica empírica de la medicina. Y estos primeros médicos militares profesionales crearon la gran mayoría de innovaciones médicas durante la roma imperial, innovaciones que más tarde pasaban a la medicina civil.

Mas tarde, el ejército estableció escuelas para formar médicos, que pasaron a publicar sus propios libros sobre su especialidad.La difusión de estos libros o manuales conseguían extender rápidamente el uso de las nuevas técnicas y tratamientos.

La sanidad militar romana se basaba en una base muy firme: solo se permitía el ingreso en el ejército a reclutas sanos. Los médicos pensaban que era muy importante minimizar las bajas por enfermedad, tanto en tiempo de de paz como en guerra. Por eso ponian el énfasis en la higiene : uso intensivo de cloacas y alcantarillas, suministro constante de agua limpia y segura, una dieta saludable y variada, frecuentes inspecciones medicas, aceites para protección solar  y repelentes de insectos, cremación de los cadáveres fuera de los muros del campamento,etc

A esto se unía una insistencia en la limpieza personal del soldado, de su ropa y su equipamiento. No es de extrañar que, a pesar de los largos años de servicio del soldado romano, las guerras y otras duras actividades, el soldado romano tuviera una expectativa de vida 5 años superior a la del ciudadano romano no militar.

La más importante contribución de la sanidad militar romana fue suministrar los primeros auxilios a los heridos en el mismo campo de batalla. Tan importante era, que el jefe del servicio médico era el praefectus castrorum (el prefecto del campo), que era el tercer oficial en orden de importancia de una legion.El oficial medico (medicus primus) era un medico entrenado que cumplía su servicio en la legión por un determinado periodo de tiempo. Aunque hubo médicos que cumplieron el periodo normal de servicio en la legion, que era de 25 años.

Estos médicos se especializaban en diversas disciplinas, como la medicina interna, la oftalmología o la traumatología. Y los cirujanos tenían la máxima consideración en el campo de batalla, seguidos por los medici ordinarii, una especie de enfermeros que ayudaban a los médicos. El capsarii era el encargado de preparar y llevar la bolsa del médico (capsa), donde se guardaban el instrumental medico y los  ungüentos que  utilizaba el médico en el campo de batalla.

                                                            Capsarii.

Tras aplicar los primeros auxilios en el campo de batalla, se transportaba al herido al hospital de campaña, cada legión disponía para ello de una unidad especial compuesta de carros, caballos y camilleros.

La utilizacion por parte el ejercito romano de estos hospitales de campaña y un destacamento de “ambulancias” para transportar los heridos es el primer caso registrado del actual principio medico militar de atención inmediata al herido.

Los médicos romanos también aplicaban otro de esos principios actuales, la clasificación del herido según la gravedad de sus heridas y la evacuación y tratamiento en primer lugar de los heridos más graves.

Se trataba básicamente de curar rápidamente a los heridos menos graves, para que volvieran al campo de batalla lo antes posible. Se considera que el cuerpo médico militar romano conseguia salvar la vida del 70% de los heridos que llegaban al hospital, un ratio de supervivencia que no volvió a conseguirse hasta la guerra ruso-japonesa de 1905.

Cada legion,unidad de caballería o unidad auxiliar disponia de su grupo medico .Pero, a diferencia de los soldados normales, que pasaban toda su vida militar en la misma unidad,los médicos pasaban de una legión a otra, según fueran las necesidades del ejercito en una u otra zona.

El único tratado medico de la antigüedad que ha llegado completo a nuestros días es “De medicina”, de Aulo Cornelio Celso, cirujano militar romano. En el se reune cada aspecto de la practica medica romana. Esta obra desapareció de la vista durante cientos de años, y cuando volvió a aparecer, a principios del siglo XV, se convirtió en el libro de cabecera de los médicos del renacimiento europeo.


Los médicos romanos no tenían ningún tipo de impedimento legal o religioso para practicar la disección de cadáveres. Los cuerpos de gladiadores y criminales ejecutados aportaron a la medicina romana un conocimiento sobre la anatomía romana mucho mayor al de  otras civilizaciones de la misma época.

Por ejemplo, el conocimiento de los médicos romanos del sistema circulatorio permitió otras innovaciones médicas, como el torniquete hemoestatico para detener la pérdida masiva de sangre; y la grapa quirúrgica para suturar arterias.

Estas nuevas técnicas permitieron a los cirujanos detener hemorragias y evitar el shock, las primeras causas de muerte en las batallas de la antigüedad.

También permitieron elevar la amputación de miembros a la categoría de arte. El mismo Aelo Cornelio Celso fue el primero en sugerir que el corte para la amputación debía realizarse en el tejido vivo y no en el tejido ya muerto, y que debía utilizarse una lima para alisar el hueso antes de cerrar la herida.

Otro medico romano,Arquigenes,adquirio gran fama al ser el primero en usar la ligadura de los vasos sanguíneos en las amputaciones.
 
 
 
 





Los médicos militares romanos utilizaban una gran variedad de sustancias y drogas para atenuar el dolor.Opio, beleño (que contenía escopolamina) raíz de mandrágora (que contenía atropina), etc, se utilizaba profusamente en los hospitales de campaña romanos, y siguió utilizándose hasta la apariciondfe la anestesia general en 1846.


El instrumental médico utilizado por los cirujanos era un reflejo de la innovación de la medicina romana. En la capsa (bolsa) de cada medico militar romana se encontraban decenas de instrumentos que, con las lógicas variaciones de material, se siguen utilizando hoy en día.



Mochliskos, una palanca que se utilizaba para volver a colocar un hueso en su sitio, antes de entablillar.



Spathumele: la parte ancha se utilizaba para mezclar sustancias, y la parte estrecha para aplicar dicha sustancia a la herida.



Ferrum candens: para cauterizar heridas.



Ostagra: una pinzas que servían para extraer trozos de hueso en fracturas por hundimiento de cráneo.



Hamus: escalpelos, de diferentes tamaños.



Fibulae: una especie de clavos quirurguicos,para cerrar las heridas.,etc


Desgraciadamrete, con el colapso del imperio romano muchos de estos instrumentos se perdieron durante siglos.


Cuando un médico romano conseguía evitar la hemorragia o el shock en un herido, el siguiente paso era prevenir las infecciones. Hasta el final del siglo XIX, el ratio de mortalidad en los hospitales debido a las infecciones era mayor al 50 % de los heridos ingresados.


Celso dedico un capitulo entero de su manual a las infecciones, y fue el primero en descubrir los síntomas por los que se podía reconocer una infección “rubor et tumor cum calore et dolore” (enrojecimiento e hinchazón, fiebre y dolor).


Para los médicos romanos, era imprescindible limpiar el instrumental en agua hirviendo antes de utilizarlo sobre un paciente. Esta buena costumbre también se perdió tras la caída del imperio romano, y no volvió a utilizarse hasta finales del siglo XIX.


Las heridas se lavaban con acetum,vino a punto de convertirse en vinagre, y con barbarum,un potente compuesto de hierbas antisépticas, ideal para reducir infecciones en heridas profundas.


Se limpiaba todo trazo de materia extraña de la herida, con lo que se prevenía la aparición del tétanos y la cangrena,y se cambiaban los vendajes con regularidad, utilizando vendas de lino levemente mojadas en miel.


Muchas de las heridas sufridas por los soldados romanos necesitaban un periodo de convalecencia.Durante las campañas militares, antes de que se construyeran los campamentos permanentes, los médicos romanos proveían estos periodos de convalecencia en tiendas dentro del propio campamento provisional.


Cuando los campamentos provisionales pasaban a ser permanentes, se construía el valetudinarium,el hospital militar permanente, que  estaba a cargo del optio valetudinari,el oficial medico, que solo dependía del prefectus castrorum de cada legión.


La estructura de estos valetudinarium muestra un nivel de sofistificaiocn médica nunca visto hasta entonces, y que no se volvió a ver en occidente hasta muchas centurias después.


La entrada se abría a un gran vestíbulo iluminada por grandes ventanales, que se utilizaba como recepción y punto de clasificación medica cuando se recibía un gran numero de heridos al mismo tiempo. A continuación, y también perfectamente iluminado se encontraba la sala de operaciones, al lado de otra pequeña habitación donde se esterilizaban los instrumentos a utilizar.

                                              Planta de un valetudinarium.


El lado este del hospital contenía las cocinas y la despensa, que proporcionaban a los soldados convalecientes las distintas dietas que debían seguir.


En el lado oeste se situaban los baños,los vestidores y los lavaderos.Las habitaciones para los soldados convalecientes estaban colocadas de manera muy similar a como están situadas en los modernos hospitales, a lo largo de un ancho pasillo.


Pasillos más estrechos separaban las habitaciones de los soldados de las otras estancias del hospital, aportando más tranquilidad a las habitaciones y reduciendo el riesgo de contagio.


El techo del hospital estaba diseñado para prestar suficiente ventilación y frescor, mientras que la calefacción la aportaba un sistema subterráneo, muy similar al utilizado en las termas.

                                Ruinas valetudinarium de Novae,en Moesia.



Cada hospital legionario estaba preparado para acomodar sin problemas, en caso necesario, al 5%  de una legión.


Y el mas famoso farmacéutico de la época fue también un medico romano, Pedanio Dioscorides,autor de “De materia medica” el más antiguo y completo compendio de hierbas medicinales y sustancias químicas.



Sus trabajos fueron extremadamente útiles durante un milenio, y en ellos se basa buena parte de la ciencia médica de los siguientes siglos, como la ciencia medica musulmana, por ejemplo.


La conquista e incorporación de otros territorios al imperio romano permitió a los médicos militares romanos incorporar nuevas técnicas, como las técnicas de cirugía hindúes o la extracción de cataratas.


La medicina militar romana fue tan exitosa no solo por el extraordinario nivel de sus médicos. Sin el genio organizativo romano, que fue capaz de crear un servicio médico permanente, entrenar adecuadamente un gran número de médicos y auxiliares capaces de aplicar los primeros auxilios en el campo de batalla, la medicina militar romana habría tenido mucho menor impacto en las tasas de supervivivencia del que tuvo.


El típico pragmatismo romano, sin ningún tipo de restricción por motivos religiosos, consiguió llevar la medicina militar a unos niveles de éxito nunca vistos en la época.


Pero ,trágicamente, con la caída del imperio romano también cayo su gran legado medico, y occidente entro en una larga era oscura, y los conocimientos de los médicos romanos no fueron revelados de nuevo hasta la edad moderna.
 
 

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