miércoles, 30 de octubre de 2013

"Pompeya es el yacimiento arqueológico más importante del mundo"


Molde de escayola de un hombre caído sobre una escalera.
Foto cedida por Canal de Isabel II Gestión.
"A pesar de que murió en la destrucción de tierras bellísimas, al mismo tiempo que sus poblaciones y ciudades, en una catástrofe inolvidable que parecía destinada a que su recuerdo esté vivo siempre y, aunque él escribió numerosas e inolvidables obras, sin embargo la inmortalidad de su gloria perdurará aún más gracias a tus escritos". Estas son las palabras que Cayo Plinio escribió al historiador Tácito para narrar la muerte de su tío, C. Plinio el Viejo, en la erupción del Vesubio en agosto del 79 d.C. La intuición del romano fue cierta, aquella tragedia ha mantenido vivo su recuerdo hasta nuestros días gracias a que el volcán que apagó la vida de Pompeya, Herculano y Estabia las envolvió en su manto de lava y ceniza para transportarlas prácticamente intactas hasta la actualidad. Hoy podemos recorrer parte de esta historia en el Centro Arte Canal, gracias a una exposición comisariada por Martín Almagro Gorbea y organizada por la Comunidad de Madrid y el Canal de Isabel II Gestión. Mediterráneo Antiguo ha pasado por allí para recorrerla de la mano de su comisario.

Pregunta - Pompeya, Herculano y Estabia han aportado un gran conocimiento sobre la vida cotidiana y el arte romanos, ¿Qué destacaría de estos yacimientos más allá de los aspectos ya conocidos?
Retrato atribuido a Safo. Foto cedida por el
Canal de Isabel II Gestión.
Respuesta – Como arqueólogo destacaría que Pompeya es el yacimiento arqueológico más importante del mundo, el más visitado y el que más aha contribuido a que la arqueología sea la ciencia actual que es hoy. Pongo dos ejemplos: en el siglo XVIII buscar antigüedades era coger piezas para colecciones, que quedaban descontextualizadas. En Pompeya se dan cuenta de que las piezas salen en su ambiente originario y revelan la vida de los pobladores, que es el concepto actual de arqueología. En segundo lugar, ningún yacimiento ha sido tan estudiado y por tanta gente como Pompeya. Solo por eso ya ocuparía un puesto muy honroso. Además, es el yacimiento más visitado del mundo.

Pregunta - La bahía de Nápoles está salpicada de cuatro volcanes: el Vesubio, los Campos Flégreos, Procida e Isquia, que ya sepultaron la población de Nola allá por la Edad del Bronce, la llamada Pompeya de la Prehistoria, o Afragola. Háblenos de estos yacimientos.
Respuesta – Ofrecen para la Edad del Bronce la misma riqueza documental que Pompeya. En la exposición se pueden ver objetos de madera de este yacimiento o las espectaculares huellas de la gente que huía de la erupción. Se conservan también ruedas, comederos de madera, improntas de cabañas… Cosas que en otros yacimientos no es posible observar porque se desintegran con el paso del tiempo.

Pregunta - La exposición comienza con un audiovisual impactante y acompaña al visitante hasta envolverlo en la atmósfera de aquel día de agosto del año 79. Se ha apostado por una puesta en escena espectacular ¿De qué manera complementa la visita?
Fresco que representa el puerto de Puteoli. Foto cedida por
el Canal de Isabel II Gestión.
Respuesta – Es la idea esencial. Pompeya y Estabia eran las playas de lujo de época romana y la vida refinada de esas gentes desapareció en apenas 48 horas de la faz de la tierra. Todos hemos visto las consecuencias de tsunamis o terremotos y su efecto sobre muchas zonas del mundo en la actualidad. Es un tema muy humano. Cómo el hombre, a pesar de su cultura, no domina la naturaleza. Esta reflexión tan profunda se ofrece a través de las bellísimas piezas de Pompeya y Herculano. La exposición tiene dos ámbitos: disfrutar del arte romano y de esta reflexión sobre la naturaleza humana. Fue una buena idea del Canal de Isabel II Gestión la de concebir así la exposición.

Pregunta - El relato de Plinio es muy humano, realista y estremecedor...
Respuesta - Lo que más me llama la atención de su relato es la actitud valiente de su tío, que sabiendo el peligro que corría, se acercó para ver de cerca aquel fenómeno e, incluso, ante la proximidad de la muerte, no hizo caso a sus amigos, que le recomendaban retirarse y permaneció allí, al pie de la erupción. Pone de manifiesto una gran entereza y una gran dignidad para afrontar la muerte.

Pregunta - Recorriendo la exposición uno descubre que no hemos cambiado tanto como parece: vajillas, aperos, gastronomía...
Respuesta – Sí que hemos cambiado. Nuestra vida ha cambiado, pero solo nos damos cuenta de la vajilla de plata porque nos da cierta envidia. Si tu ves un fórceps romano se parece a los de hoy en día, pero nadie se pondría en manos de un médico romano. La idea de que un tiempo pasado fue mejor es un falso espejismo. El papel de nuestros antepasados ha sido fundamental, pues gracias a su evolución nosotros podemos disfrutar de la vida que vivimos, pero no me cambiaría por ellos.
Estatua de bronce de un corredor. Villa de los Papiros.
Foto cedida por el Canal de Isabel II Gestión. 

Pregunta - Una de las piezas más destacadas es el retrato atribuido a Safo. Háblenos de esta obra.
Respuesta – Es una pieza señera de la historia del arte universal. Pompeya es el mejor conjunto de pinturas de la Antigüedad que ha llegado hasta nosotros. De todas ellas, hay piezas particularmente significativas. La Safo es finura, dulzura, transmite una gran capacidad intelectual. Es una joven, evidentemente de la elite romana, como muestra la redecilla de oro que cubre su cabello, de una gran elegancia, tal y como se ve en la forma de mantener la tablilla y el stilus para escribir. Uno puede estar muchos minutos dialogando con ella. Aconsejaría también que junto a esta pintura se disfrute del pequeño cuadro del puerto de Puteoli, que está realizando con una técnica casi impresionanista y con un gusto paisajístico exquisito. Son obras que merece la pena ver por sí mismas y más en la capital del arte pictórico como es Madrid, que goza del Museo del Prado. En la exposición podemos disfrutar de bastantes ejemplos de pintura pompeyana de gran importancia.

Pregunta – La Casa de Menandro es el centro de la muestra ¿tenían las domus romanas un papel importante en la vida pública?
Respuesta – Esa casa es una de las más significativas de Pompeya. Entender cómo eran las casas de la elite romana, en la que estaban patricios, plebeyos, libertos o esclavos, es una manera de conocer la sociedad y cultura de Roma. Comprendiendo los objetos que hay en la Casa de Menandro podemos ver también como era la sociedad de estas ciudades.

Estatua colosal de Holconio Rufo, gobernador
de Pompeya. Foto cedida por el Canal de
Isabel II Gestión.
Pregunta - La exposición pone de manifiesto el gran interés de los romanos ricos en adornar sus casas, pero también su carácter supersticioso. ¿Eran realmente tan supersticiosos los romanos?
Respuesta – La suntuosidad de las casas era una forma de mostrar públicamente la calidad económica y el prestigio social. La superstición, como señalas, es otro tema interesante que se puede ver en la exposición. Cómo el mundo romano era un mundo de creencias no racionales. Son creencias religiosas que entran en el mundo mágico. Los romanos no entendían por qué un volcán entraba en erupción o la relación entre beber agua y enfermar. Ellos atribuían esas cosas a la magia, interpretaban la realidad a partir de su cosmovisión. En su época no eran supersticiones, eran creencias.

Pregunta - Y también nos enseña el valor que le daban al sexo...
Respuesta – Sin exagerar la nota, no solo muestra la importancia del sexo. El falo era un amuleto apotropaico, era símbolo del bien, servía para evitar el mal y buscar la salud. En muchas casas hay falos, pero no porque fueran particularmente obsesos, sino por sus creencias. No tenían los condicionantes culturales nuestros y además era un elemento que estaba relacionado con la procreación. Tenía unas connotaciones que hoy hemos olvidado, quizás en exceso.

Pregunta - La parte más sobrecogedora, quizás, es la de las huellas de la tragedia: molde de escayola de un cadáver humanos y animales, alimentos carbonizados, esqueletos...
Respuesta – Son algo más que moldes, es la huella que ha dejado el individuo muerto y envuelto en la lava que lo selló. No hay que ver moldes, son nuestros compañeros. El grupo de la mujer que coge a su marido por la cabeza con su hijo en medio es de las cosas más dramáticas que hay en arqueología.

Hipólito de Estabia. Foto cedida por el
Canal de Isabel II Gestión.
Pregunta - Pompeya también pone de manifiesto un fenómeno interesantísimo en la Antigüedad, el del sincretismo religioso y la adopción de cultos orientales: Isis, Júpiter-Amón, Harpócrates... Incluso apareció una estatuilla de la diosa hindú Lakshmí ¿era un mundo más tolerante en lo religioso?
Respuesta – Sí, probablemente. A partir del final de la República y del inicio del imperio empiezan a llegar a Roma las religiones orientales, más intimistas, que anticipan la llegada del cristianismo. El ritual romano quedó vacío de significado y el cristianismo llenó ese hueco. Lo que el hombre busca en la religión es la tranquilidad que le da tener una explicación para lo que viene después de la muerte y es lo que aporta el cristianismo.

Pregunta – El recorrido presta atención especial en su parte final a Carlos III ¿qué papel jugó el monarca en la investigación arqueológica?
Respuesta – Es difícil saber qué hubiera sido de Pompeya sin Carlos III. Antes de su reinado iban sacando estatuas que mandaban a las colecciones particulares. Es él quién se da cuenta de que hay que excavar sistemáticamente, busca ingenieros en minas, porque había que hacer las excavaciones a gran profundidad, manda localizar dónde se sacan los hallazgos y hacer planos, luego tiene interés en ver cómo salen las cosas. Sus hallazgos son importantes porque no solo salen piezas, sino también se descubre cómo era la vida de los romanos, lo que cambió la arqueología. Buscó los mejores restauradores y eruditos para restaurarlos y estudiarlos creando la academia ercolanense para reunirlos y hacer que estudiaran los hallazgos. Crean la revista Antiqueta, que es la primera serie monográfica de arqueología, crea el primer museo monográfico en su Palacio de Portici y deja todo en Italia porque entiende porque entiende que es la historia de Italia, por eso le hemos denominado el rey arqueólogo. Yo interrogaría al visitante que se cuestione si alguien ha hecho más por la arqueología. Es una parte muy bonita de la exposición, pues era madrileño, pero italiano en la manera de ser. Es una cosa que vincula Pompeya con España, sin hacerla nuestra, en sentido cultural.

Fórceps de la Casa del Cirujano. Foto cedida
por Canal de Isabel II Gestión.

Pregunta – La exposición se despide con un recorrido por las pompeyas españolas: Segóbriga, Itálica, Ampurias… ¿Qué han aportado los yacimientos arqueológicos españoles al conocimiento de la Antigua Roma y su relación con nuestro país?
Respuesta – En la exposición lo que se pretende es que, gozando las piezas tan bonitas aparecidas en España, se comprenda que nosotros éramos las mismas gentes que vivían en Pompeya, eso es lo que nos da esa profunda afinidad con los italianos. El visitante puede ver que los retratos que hay en Segóbriga o Mérida son los mismos que los de Pompeya. Es una reflexión bonita para todo el que visita la exposición.

Pregunta - ¿Qué destacaría para finalizar?
Respuesta - Yo resaltaría el buen hacer del Canal de Isabel II Gestión al ofrecer a los madrileños cada año, como regalo de navidad, una exposición tan significativa, que ha pasado a formar parte de la vida cultural de Madrid y que contribuye a que Madrid sea una de las ciudades con una vida cultural más desarrollada.



Autor
Mario Agudo Villanueva

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